Las ventajas de vivir en un piso alquilado frente a uno de propiedad

Ventajas de vivir en un piso alquilado en vez de uno de propiedad

Conoce las ventajas de vivir en un piso alquilado frente a uno de propiedad, ya que las tendencias son cada vez más claras: las personas cada vez están optando más por la opción de alquilar un piso o una vivienda.

 

Como siempre, la decisión de alquilar o comprar suele estar, en última instancia, controlada por la capacidad financiera que tengamos. Sin embargo, muchas veces solemos olvidarnos de que el recurrir al alquiler como medio para tener un sitio al que llamar “hogar” puede llegar a traer una serie de beneficios que, a priori, no parecen especialmente atractivos.

No obstante, a largo plazo estos pueden convertirse en razones de mucho peso para preferir viviendo en un piso de alquiler a intentar entrar en el mundo de las viviendas y tener que padecer para comprar una.

Por ello, a continuación, comentaremos las ventajas más importantes relacionadas con el alquiler de un piso.

¿Alquilar o comprar? Una decisión complicada

Cuando hablamos de alquilar o comprar una vivienda, debemos tener claro que son muchos los factores a considerar: el precio de la vivienda, nuestra situación financiera, el sitio en donde esta se encuentra, el tema de los impuestos, las reformas a llevar a cabo, y un largo etcétera.

No es de extrañar que muchas personas no tengan muy claro cuál camino elegir (en caso de que podamos contar con ambas opciones).

Sin embargo, el punto más importante que deberíamos considerar a la hora de elegir entre alquilar o comprar una vivienda, es nuestra situación económica. Los números serán nuestra mejor opción disponible para saber si nos conviene o no tomar alguna de estas dos decisiones. Al menos a primera instancia.

Para hacer esto existe un mecanismo denominado como coste de oportunidad. Esto no es otra cosa que una forma de medir el valor de la alternativa que estamos renunciando al tomar una decisión.

En otras palabras, el coste de oportunidad nos permite poner en perspectiva el valor teórico de la decisión que estamos por tomar y compararlo con el valor teórico de la decisión que estamos descartando, pudiendo de esta manera comprar ambos y tener una idea más clara, en este caso, cuál de los dos escenarios nos conviene más.

Coste de oportunidad

Para realizar este pequeño calculo debemos tener en cuenta los siguientes puntos.

  • Tener en cuenta el dinero que es necesario aportar en lo referente al pago inicial por la casa. En muchos casos, esta cantidad suele ubicarse entre los 30 % y 35 % de lo que viene a ser el precio total de la vivienda. Debemos dejar claro que, cuanto mayor sea la cantidad que paguemos, menor será el monto de la hipoteca a pagar.
  • Debemos añadir la rentabilidad que obtendremos durante el tiempo tome realizar el pago total de la hipoteca en relación al dinero que hemos tenido que dar en la inicial de la casa (es importante no olvidarse de incluir el tipo de interés).
  • Debemos intentar sacar un coste aproximado del dinero que necesitamos conservar la casa. O sea, debemos tener en cuenta factores como la hipoteca a pagar, mantenimiento, reformas, IBI, gastos de comunidad, entre otros. La cantidad de dinero que obtengamos conviene compararla con el precio del alquiler a pagar por una vivienda o un piso con sus respectivas subidas.
  • Es importante que también consideremos la revalorización de los precios de la vivienda para el tiempo en que consigamos haber pagado la hipoteca.
  • Finalmente debemos comparar todos estos datos y sacar una conclusión acerca de si nos conviene o no adquirir una vivienda.

Debemos tener siempre en mantente que hay una buena parte de todos estos costes que es muy difícil calcular de forma objetiva. Sin embargo, todos los puntos expuestos anteriormente pueden darnos una idea más o menos clara que nos permitirá tomar una decisión un poco más acertada sobre lo que mejor nos conviene dada nuestras circunstancias.

Ventajas a la hora de vivir en alquiler

En los tiempos en que vivimos, el sueño de muchas personas es poder llegar a adquirir su propia casa.

Casi todos los jóvenes tienen este objetivo en mente. Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta que, antes que una casa, necesitamos algo más pequeño con el que dar el primer paso a todo lo relacionado con el mundo de la venta y compra de viviendas.

Tengamos presente una cosa, muchas veces idealizamos la idea de tener una casa propia, pero, en la realidad, esto es más complicado de lo que parece. Vender o incluso comprar una vivienda puede llegar a ser un proceso bastante largo y complicado.

De hecho, una de las limitaciones más importantes que nos encontramos a la hora de tener una casa propia es que, en la mayoría de los casos, no podremos movernos de ella.

Aquí el alquiler nos supone una gran ventaja pues, en caso de necesitarlo, simplemente podemos optar por cambiar de residencia y movilizarnos hacia otro sitio sin prácticamente complicaciones.

Un fácil cambio de dirección, sin hipotecas de por medio, sin costes de mantenimiento más allá del pago de servicios (en algunos casos), menos gasto en muebles y equipos para hacer el sitio más o menos habítale y muchos otros factores más son los que hacen de una vivienda en alquiler una opción tan sumamente atractiva.

Esto es especialmente cierto en los estilos de vida actuales tan frenéticos que se suelen llevar las personas en su día a día.

Plena libertad en caso de que necesitemos cambiar de aires

Cuando nos encontramos viviendo en alquiler muchas veces no somos del todo conscientes que tenemos en nuestras manos una cosa muy importante: la plena libertad de cambiar de lugar de residencia.

Si, por las razones que sean, la residencia en donde nos encontramos a dejar de ser satisfactoria para nosotros y nos encontramos incomodos viviendo en ella, no tenemos que rompernos mucho la cabeza para poder irnos a otro lugar en donde nos podamos sentir muchísimos más cómodos.

Una de las grandes ventajas a la hora de vivir en alquiler es que podemos llegar a escoger con mucha facilidad si el sitio en donde vamos a vivir se encuentra cerca de la capital o, en caso contrario, si queremos estar lo más alejados posible de todo el ajetreo de las grandes ciudades.

En caso de que hayamos encontrado un trabajo en un sitio alejado a donde nos encontramos en la actualidad, es muy fácil buscar una vivienda o piso más cercano a nuestro sitio de trabajo.

Si ahora mismo nos encontramos en un apartamento muy grande, en donde hay muchos vecinos y encontramos ciertos comportamientos por parte de estos un poco molestos, al punto de interferir con nuestra tranquilidad, siempre podemos comenzar a realizar los trámites y buscar un mejor sitio en donde vivir.

Al final del día, alquilar una vivienda o piso suele ser una manera de tener cierta flexibilidad en nuestra vida, pudiendo ajustarnos mejor a las condiciones y sorpresas que nos vamos encontrando con el pasar del tiempo.

Incluso, para los más aventureros, nos permite llegar a conocer muchos más sitios, en caso de que seamos de los que gustan de recorrer muchos lugares y conocer a muchas personas.

Conocer mucho mejor todo lo relacionado con el mercado de las viviendas.

Aunque no lo parezca a primera vista, el vivir en alquiler nos puede abrir la puerta a algo muy interesante: el conocimiento del mercado. El mundo del mercado inmobiliario puede llegar a asustar a muchas personas.

Sin embargo, cuando somos personas que depende de un alquiler para vivir, difícilmente tendremos alternativas; tendremos que aprender a entender este mundo que crea tantas polémicas últimamente.

Tener un buen conocimiento, no solo de cómo se manejan los precios de las viviendas en función del sitio en donde se encuentren o lo antiguas que sean puede llegar a ser especialmente útil, al introducirnos en este mercado podremos ser capaces de tener acceso tanto a precios de venta y compra de pisos y viviendas, lo que nos puede ser especialmente útil si, en un futuro, pensamos en dejar de vivir en alquileres y pasar a ser dueños de nuestra propia casa.

Muchas veces, especialmente las personas más jóvenes, llevan a cabo diferentes operaciones relacionadas con la compra de viviendas sin realmente saber en qué se están metiendo.

La realidad es que tener un buen conocimiento de cómo se maneja este tipo de mercados es vital para evitar que nos engañen al alquilar (o comprar, según el caso) una vivienda o piso en condiciones absolutamente inaceptables.

Alquilar como un medio de solventar una situación de urgencia

Hay un factor que muchas personas pasan por alto relacionado a los alquileres y es su grandiosa accesibilidad en caso de que alguna persona se encuentre con una urgencia.

En términos sencillos, el alquiler puede ser una forma de solventar el problema de una persona que necesita con urgencia una vivienda.

Recordemos que por medio del alquiler podemos quitarnos de encima los problemas relacionados con los agentes inmobiliarios y su absoluta burocracia (esto, entre otras cosas, nos evitara perder tiempo).

Muchas veces, las personas se encuentran en una situación que necesita ser solventada lo más rápido posible, esto quiere decir que, en muchas ocasiones, la mejor opción sobre la mesa para algunas personas en acordar rápidamente un contrato, fírmalo, mudarse y poder empezar a organizar su vida nuevamente.

También debemos considerar que el alquiler además de permitirnos solventar una situación de emergencia, puede abrirnos las puertas para que, en un futuro, seamos capaces de afrontar la opción de comprar nuestra propia vivienda.

Sin embargo, para llegar a este escenario, es necesario tener una base en la que apoyarnos; el alquiler es un medio para, precisamente, permitirnos tener ese colchón y luego dar ese gran salto y que todo salga de la mejor manera posible.

La accesibilidad como principal motivo para vivir de alquiler

Este es, con mucha diferencia, la razón por la que cada vez más personas optan por la opción de pagar un alquiler en lugar de plantearse comprar una casa. La accesibilidad que permite el alquiler no la encontraremos en ningún otro sitio.

Con una cantidad considerablemente baja de dinero podremos llegar a tener un techo seguro en donde dormir, por lo que no necesitamos desembolsar absurdas cantidades de dinero para, si tener una casa, pero luego no tener dinero para hacer nada.

Pagar por vivir en un sitio que si bien nunca será nuestro resulta en una opción mucho más barata que, de entrada, comprar una vivienda con todo el gasto y dolores de cabeza que eso supone.

Todo lo anterior nos deja claro que, si no tenemos una enorme cantidad de dinero a nuestras espaldas, no tiene sentido que busquemos comprar una vivienda porque, lamentablemente, no podremos llegar a conseguirlo.

Sin embargo, los alquileres si son una opción real cuando no tenemos grandes cantidades de dinero y, en muy poco tiempo, podremos estar disfrutando de un sitio en donde vivir y que, a largo plazo, puede llegar a darnos el lujo de abordar otro tipo de opciones que pueden llegar a ser muy beneficiosas.

Evitar el pago de algunos impuestos

Este punto es uno de los más olvidados por muchas personas y, curiosamente, es uno de los que más impacto suele tener en el bolsillo de las personas. Recordemos siempre una verdad bastante amarga: tener casas implica pagar muchos más impuestos.

Da igual en donde nos encontremos; si somos dueños de una vivienda, tendremos que afrontar una serie de impuestos como el famoso IBI (impuestos sobre Bienes e Inmuebles). De hecho, y para sorpresa de muchos, en algunos sitios se puede llegar a pagar unos impuestos por los gastos en basuras (impuestos que los caseros suelen relegar a los inquilinos, por cierto).

Para que nos hagamos una mejor idea, según en el sitio en donde nos encontremos, podremos llegar a pagar hasta una cantidad de 1.000 euros al año solo en impuestos por ser propietarios.

En el caso de que solo vivamos de alquiler, la gran mayoría de estos impuestos no aplicaran a nosotros, por lo que, desde cierto punto de vista, podremos incluso llegar a ser capaces de tener un poco de capacidad de ahorro, al menos al largo plazo.

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